“Con la cata de hoy, cumplimos exactamente cuatro años de existencia de nuestro club. Soy consciente de que en la vida del club hay muchas cosas que pueden mejorarse y con nuestra buena voluntad llegaremos a donde nos propongamos.” Con estas solemnes y emotivas palabras de Santiago Rupérez, comenzó la XVI cata del Club del Vino de la Casa de España en Taiwán, celebrada en el restaurante Sabatini de Taipéi el pasado dos de mayo. De los doce “damas y caballeros de la mesa redonda”, habituales del buen comer y mejor beber, faltó esta vez Catalina. Su lugar fue bien ocupado por Iñaki Torrecilla, un guipuzcoano de pro con criterio.
Santiago Rupérez, presidente del club, dedicó esta vez su tradicional discurso de apertura (ver archivo) a ensalzar las cualidades de “la reina de las uvas aragonesas”, la garnacha, cuyos orígenes se sitúan en el nordeste de España y cuya expansión inicial va ligada históricamente a la antigua Corona de Aragón. Véase si no el mapa incluido en el discurso, fruto de las conciezudas pequisas llevadas a cabo por nuestro querido Santiago.