Crónica de la XLIII Cata del Club del Vino de Taipéi
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- Escrito por José María López José María López
- Publicado: 01 Noviembre 2021 01 Noviembre 2021
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El popular y aclamado poeta, cantante y compositor francés,Georges Charles Brassens, afirmaba que “el mejor vino no es necesariamente el más caro, sino el que se comparte”. Cuanta razón tenía. Afortunadamente los miembros de la mesa redonda de este club podemos contar con ambas cosas, buen vino y mejor compañía.
El pasado sábado 30 de octubre de 2021 celebramos la XLIII Cata del Club del Vino de Taipéi con la participación de todos los miembros. Habían pasado pocos días desde la celebración del aniversario del Club pero debido a la excepcionalidad del evento no todos los miembros pudieron unirse. Así que en esta ocasión sí que estábamos todos los que somos.
La buena compañía estaba asegurada y el buen vino también. En la bodega del Restaurante Sabatini nos esperaban impacientes un Vega de La Reina Verdejo 2018, un Óscar Tobía Gran Reserva 2014, y un Summa Varietalis 2013.
Pero vamos por partes, porque el discurso de nuestro Presidente, Don Santiago Rupérez, da comienzo oficial de la cata. Los discursos de D. Santiago son impecables y muy formativos para aquellos que no sabemos mucho de viticultura, enología, historia, cultura y muchas cosas más. D. Santiago es un hombre renacentista y toca muchos temas con confianza y solidez.
Y este fue el caso, ya que nos argumentó impecablemente el porqué se debe calificar al vino como bebida espirituosa y además aplicó la teoría de la relatividad de Einstein para saber cuánto vino es necesario consumir para suplir nuestras necesidades energéticas. Disfruten del discurso aquí porque es una gozada y yo sólo puedo estropear el original.
De lo que sí entiendo bastante es de como disfrutar la vida y a esto vamos. Calentado el ambiente con los primeros platos y las conversaciones con los compañeros comienza la cata. Don Francisco José Flores, nuestro querido compañero y reconocido director de orquesta en Taiwán, nos introdujo el Vega de La Reina Verdejo 2018. Un vino 100% Verdejo de la bodega Marqués de la Concordia que se vendimia durante la noche, con una fermentación en depósitos de acero, durante 20 días y un reposo de 4 meses.
El resultado es un vino que disfruté mucho, a la vista es amarillo pálido pajizo con ribetes verdosos. A la nariz huele principalmente a manzana y pera. En boca es suave y untuoso con una agradable carga frutal y un final persistente.
El segundo vino, Óscar Tobía Gran Reserva 2014, fue presentado por un servidor. Un excelente caldo con un 93% de uva Tempranillo y un 7% de uva Graciano. La elaboración del vino es compleja, pasa un periodo de pre fermentación en frío de tres días en depósitos inteligentes tipo ¨Ganimede¨. Le sigue una fermentación alcohólica con levaduras autóctonas, y una fermentación maloláctica en barricas nuevas y de segundo uso de roble francés y húngaro durante 24 meses. Finalmente, se completa el envejecimiento del vino con una crianza en botella de 15 meses.
Aconsejo decantar el vino antes de consumirlo, notarán la diferencia y me lo agradecerán. A la vista tiene un color cereza intenso, a la nariz encontramos fruta negra madura, toques especiados y tabaco. Finalmente, en boca es envolvente, con un final largo y persistente.
Para finalizar la cata, Don Antonio Ruitort nos presentó Summa Varietalis 2013. Un vino que me encantó y en el que hay que destacar que siendo un crianza del 2013 guarda muy bien sus excelentes formas. El Summa Varietalis es un auténtico vino de 'coupage', resultado del ensamblaje de las uvas Syrah, Cabernet Sauvignon y Petit Verdot de los viñedos más viejos del pago Dominio de Valdepusa. Un vino fresco y estimulante con una buena carga frutal y al mismo tiempo ligero, ideal para el disfrute. A la vista es rojo picota, profundo, cubierto. A la nariz es elegante y a frutas del bosque. En boca es persistente, complejo, muy equilibrado, con final afrutado y mineral.
Fue el mejor cierre para una cata muy especial de reencuentro y que especialmente disfruté ya que tuve la compañía de Doña Lidia y Doña Catherine. A todos los que me hayan leído, espero les haya gustado la crónica, les animo a interesarse por las actividades de la Casa de España en Taiwán y que disfruten del buen vino, mejor si es español.
IN VINO, VITA = EN EL VINO, VIDA.