A MANUEL PIÉROLA

 

En la paz de tu espíritu,

sabías con certeza clara

el momento de la marcha

hacia tu destino deseado.

 

Desconozco los pormenores,

nadie me los ha contado,

pero tu partida ha sido

el gran paso de tu vida.

 

Amigo siempre fuiste

de lo sustancial de la vida

en tu generosidad constante

nunca cupieron ruindades.

 

Desbordabas ilusión contagiosa,

prueba de quien conoce

el origen de su amor leal

y lo vive en todo instante.

 

Muchos años, los dos vivimos

en nuestra Formosa querida, tú

en el sur, yo en el norte, ambos,

cultivando nuestros sueños.

 

Nuestros encuentros breves

eran, un regalo de tu vida

con la que enriquecías siempre

a cuantos a tu lado estaban.

 

Cuando a España regresaste,

perdí un amigo cercano, pero

gané un amor que nunca,

ni en la muerte me dejaría.

 

Manuel,

los dos sabemos, por cierto,

que en la Vida sigues vivo,

hasta que, en su proceso,

volvamos a seguir viviéndola.

 

Será el momento gozoso

del nuevo encuentro creado

por la preclara luz del amor

de la Vida ilimitada en esta isla,

iniciada.

 

Taipéi, 27-8-2021.

 

Discurso de Santiago cuando se hizo socio de honor de la Casa de España a Manuel Piérola.


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